La fuerte temporada invernal ocurrida a
finales de 2010 y como consecuencia del movimiento telúrico de la falla
geológica sobre la cual se encontraba, llevo a la destrucción del casco urbano
del municipio de Gramalote el 17 de
diciembre de ese año, haciendo que la población que habitaba allí desalojara el
pueblo para tener que reubicarse en diferentes lugares del territorio Norte
Santandereano.
Mientras la comunidad permanecía a la
espera de soluciones por parte del gobierno del recién llegado al poder Juan
Manuel Santos, se veía afectada en la pérdida de su cultura, su memoria y su
identidad. Esta razón fue el motivo por el cual nace el proyecto “Dígame su Cuento”
de la estudiante de comunicación social Sibia Daniela Guerrero García.
La iniciativa de esta joven del municipio
le permitió desarrollarse no solo en su territorio sino también en el ámbito
académico, llevando sus ideas hasta espacios como el Diplomado en Convergencia
Paz y Frontera por el Ministerio de Cultura y la Universidad de Pamplona, y ganando
premios como ‘Te Muestra 2016’ en la
categoría de Mejor proyecto transmedia a nivel nacional otorgado por la
Universidad del Quindío.
La recuperación del patrimonio cultural
inmaterial de Gramalote a partir de la construcción de relatos con adolescentes
del municipio es el objetivo de este proyecto que parte desde la oralidad,
donde los jóvenes investigan el patrimonio inmaterial acudiendo a quienes
conservan las historias, mitos, leyendas, ritos y tradiciones de su pueblo: sus
abuelos.

Su enfoque metodológico de acción
participativa permitió que los jóvenes gramaloteros convergieran entre ellos
por medio de los grupos focales y las entrevistas que fueron empoderándolos de
los espacios de socialización, dándoles a los estudiantes diferentes
perspectivas de narrar y visibilizar su cultura.
En palabras de Jesús Martin Barbero, uno
de los principales referentes teóricos de este proyecto “Entender esta
transformación en la cultura nos está exigiendo asumir que identidad significa
e implica hoy dos dimensiones diametralmente distintas, y hasta ahora
radicalmente opuestas. Hasta hace muy poco decir identidad era hablar de raíces,
de raigambre, territorio, y de tiempo largo, de memoria simbólicamente densa.
De eso y solamente de eso estaba hecha la identidad. Pero decir identidad hoy
implica también –si no queremos condenarla al limbo de una tradición
desconectada de las mutaciones perceptivas y expresivas del presente- hablar de
redes, y de flujos, de migraciones y movilidades, de instantaneidad y
desanclaje”.
El proyecto tuvo la oportunidad de
participar en 2017 en la cátedra UNESCO
realizada en la Universidad Javeriana de Bogotá, donde la ponencia
presentada permitió visibilizar el liderazgo entre los jóvenes y el
reconocimiento que empezaron a tener por medio de la multiplicación de las
manifestaciones culturales y sociales de la población gramalotera, que da la
posibilidad de una conservación de imaginarios culturales en el departamento
Norte de Santander. La historia del pueblo,
aunque destruido, siguen viva en los relatos construidos por los jóvenes
https://issuu.com/comunicaquiz/docs/quiz87
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