
Un día, porque siempre llega el día en todos los cuentos, llegó al mundo Ricardo Acosta, conocido en el ámbito de la cuentería como ‘Tato Aventuras’, director del colectivo de narración oral El Duende. Personaje que le ha aportado a la construcción de la cultura de la ciudad por medio del arte, en los últimos 6 años.
‘Tato’ nació, el 24 de octubre de 1990, en Cúcuta, la casa del duende. Es delgado y de piel morena. Lo distinguen un peculiar bigote y la mochila llena de sorpresas. Desde pequeño es apasionado por el arte. En un comienzo tocaba guitarra y piano, y practicaba teatro, hasta aquel maravilloso día que le cambió la vida para siempre.
El Festival Internacional Encuentémonos en la Frontera está dedicado al mundo de la cuentería. Reconocidos personajes nacionales e internacionales vienen a la ciudad para llenar a los habitantes con miles de emociones. En una de las primeras versiones, ‘Tato’ asistió como espectador, y fue ahí donde encontró aquella nueva pasión. “Esto es una locura ¿Cómo estos tipos con el poder de la palabra, el cuerpo, la voz y el ritmo son capaces de crear tantos mundos y hacernos soñar?”.
Dispuesto a entender este nuevo mundo que se había abierto ese día, empezó a escudriñar en el movimiento de la cuenteria en el país y el mundo. Descubrió que en la mayoría de las principales ciudades existen espacios alternativos dedicados a este arte, en un parque o una plaza. “¿Y por qué en Cúcuta no?”, pensó ‘Tato’. Un día se levantó de la nada y se lanzó al ruedo.
“Hola ¿quieres escuchar un cuento?”, preguntaba a los que pasaban por el parque de Ceiba. La gente huía del lugar, porque pensaba que los iba a robar. Sin desanimarse, empezó a contar detrás de los arbustos del parque, los martes, a dos o tres personas. En ocasiones eran sus padres. Aunque lloviera, tronara o relampagueara, estaba ahí.
Poco a poco, el espacio fue llenándose y el eco llegó a distintas ciudades del país. “En Cúcuta hay un espacio de cuenteria”. Los cuenteros de otros lados empezaron a interesarse por venir a la ciudad para disfrutar del lugar al aire libre. Lo que antes eran dos asistentes, terminó en promedio de 100 a 150 cada semana.
En una ocasión ‘Tato’ participó en un festival internacional, ese escenario que lo había inspirado a entrar al mundo de la cuentería. El talento construido durante los últimos años lo ayudó a ganar dos premios. A partir de ese momento se conoció su nombre en el país. Esto le sirvió para fortalecer el espacio, y ahora es un escenario para artistas no solo locales, sino del mundo.
Una de las experiencias más significativas por las que ha pasado, es aquella vez en la que una pareja de sordomudos se sentó a apreciar el espectáculo. ‘Tato’ se dio cuenta de que los cuentos no se escuchan, los cuentos se ven, y decidió contar más en imágenes. “Si funciona, cámbialo”.
Antes de conocer el mundo de la cuentería, conoció la magia, por el poder de la sorpresa y la sonrisa. Aunque este es un arte que necesita dedicación y esfuerzo, entre las tantas travesuras buscó la manera de mezclarla con el nuevo talento y creó el formato ‘Contar cuentos con magia’. Resultado, ‘Palabracadabra’.
Sin embargo, no fue suficiente para un tipo tan curioso e inquieto. Buscó la manera de darles vida a los personajes con la música. Creo ‘Cuentos en clave de sol’. Fusionó el arte de los cuentos con el encantador sonido de la melódica, o acompañado de guitarra.
Uno de estos cuentos es aquel en el que habla de Marianita, la niña que tocaba la melódica para la luna, pues estaba enamorada de ella. Este nombre vino a la mente de ‘Tato’ cuando tenía 12 años, empezó a soñar con una niña que le decía: “Hola soy Mariana y voy a ser el amor de tu vida”. Desde ese día sueña con ella constantemente. Ha sido la musa todos estos años, no solo en los cuentos, sino en algunas canciones.
Hace meses, Marianita dejo de ser un cuento y se volvió una hermosa realidad. La novia dio a luz a una niña de adorables cachetes y con grandes ojos que atrapan más que los cuentos que protagoniza. Curiosamente, el montaje de narración oral más exitoso que ha llevado a ‘Tato’ a viajar por muchas partes se llama ‘Cuentos de amor para María”.
Cuentos tan exitosos como este, le han abierto las puertas en Villavicencio, Bogotá, Medellín, Cali y Tunja, e incluso ha recibido invitaciones de México, Cuba y Perú.
No fue sencillo, pero el esfuerzo y la dedicación lo ayudaron para gestionar el Festival Internacional de Narración Oral Baricuento. Este año cumplió la tercera versión.
Los viernes, a las 7:00 de la noche, ‘Tato’ está en el parque de Ceiba, o La Canasta, como lo llaman algunos. Llena de alegría el fin de semana de los cucuteños y los saca de la monotonía del televisor. Esa es la mejor ganancia.
“La vida es un juego, es un divertimiento donde cada quien es el jugador. Tienes que saber aprovechar las oportunidades, soportar las dificultades y tomar las alternativas correctas para que no caigas en un game over”, dijo ‘Tato Aventuras’ con esa risa contagiosa que tantos conocen.
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